Hemos visto algunas enfermedades que atendemos por medio de endourología y que aplican para todas las personas, incluyendo a los niños; ahora nos enfocaremos solamente en algunas enfermedades urológicas de los menores de edad, y en los casos donde se requiere cirugía, ésta se realiza a través de cirugía de mínima invasión:

  • Circuncisión: Extirpación quirúrgica del prepucio, que es la porción de la piel que cubre la punta del pene.
  • Fimosis: Es estrechez del prepucio (piel que cubre la punta del pene) que impide retraer dicha piel hacia abajo y descubrir el glande por completo, cuyo tratamiento puede ser a través de la circuncisión.
  • Hidrocele: Es un saco lleno de líquido que hace que el escroto del menor se hinche; algunas veces puede ocurrir con una hernia inguinal. Su principal síntoma es una hinchazón testicular indolora que se siente como un globo de agua, mismo que puede presentarse en uno o en ambos lados.
  • Hipospadia: Es una anomalía de nacimiento (congénita), en la cual la abertura de la uretra se localiza en la parte inferior del pene, o más atrás, como en la unión del escroto y pene, cuando su ubicación normal es la punta o extremo del mismo.
  • Testículo no descendido (Criptorquidia): Ocurre cuando uno o ambos testículos no logran bajar al escroto antes de nacer; son bastante comunes en los bebés que nacen prematuros.
  • Reflujo vesicoureteral: Sucede cuando la válvulas de los uréteres en el interior de la vejiga no cierran correctamente y permite que la orina regrese a los uréteres y los riñones causando infecciones repetitivas del tracto urinario.
  • Hiperplasia suprarrenal congénita: Las personas con esta patología carecen de una enzima que la glándula suprarrenal necesita para producir las hormonas y al mismo tiempo, el cuerpo produce más andrógenos, un tipo de hormona sexual masculina, lo cual ocasiona la aparición temprana (o inapropiada) de características masculinas en las niñas; aunque también este padecimiento afecta a los niños, pero los síntomas son menores.